viernes, 27 de mayo de 2011

Viva Plomer 1 vs. Buenos Muchachos 1

Atascados


En la quinta fecha del certamen, la victoria le volvió a ser esquiva a Viva Plomer, y en un encuentro en el cual el bochornoso arbitraje terminó ganando un protagonismo inusitado, el gol de penal de Rober sólo sirvió para sumar un punto en la tarde del sábado 21 de mayo. A diferencia de lo especulado a partir del posicionamiento en la tabla de ubicaciones, Buenos Muchachos resultó un duro rival para los nuestros, a tal punto que a fin de cuentas y mas precisamente sobre el cierre del cotejo, los de nombre de film de “Marty” Scorcese se vieron mucho más cerca del triunfo que de cualquier otro resultado. 
El encuentro se presentó arduo desde el inicio, y a pesar de que promediando los 10 minutos una buena jugada enarbolada por Rober, que sirvió la pared con Patito y levantó el centro para la llegada por el segundo palo de mayor de los Gáspari, ilusionó a mas de uno, lo cierto es que a Plomer le costó imponer su juego en el mediocampo, y esto sobre todo en los primeros 40 minutos. Así fue que, a pesar de que su rival no provocaba serio riesgo sobre el arco defendido por Castelli, sí se puede decir que en ciertos pasajes se lo notaba más cómodo en el  manejó del balón en la zona central. Pero la ventaja obtenida por los de rayado no tuvo demasiado demasiado que ver con este leve dominio, sino que el tanto convertido por “Goodfellas” desnudó nuevamente una de los puntos más flojos del equipo desde su formación. La dolorosa pelota parada fue una vez más el medio por el cual los propios volvieron a sufrir en la portería propia. Un corner desde la derecha encontró una anticipo en el primer palo, y dieguito Gáspari, quien habia tenido en 2 oportunidades en su cabeza, la victoria para los naranjas pasó del sueño a la pesadilla, no sólo no pudo convertir sino que perdió la marca del contrincante que puso el 0 1 parcial.  Y pese a su buena performance en la primera etapa, los nervios ocasionados por esta situación, le hicieron ver la amarilla rápido, y el cambio no se hizo esperar. Al término de la primera etapa, Plomer necesitaba cambiar, “para mí estamos cortados en el medio” se escuchó decir a Del Valle en la charla del entretiempo. Entonces el arquitecto  de rendimiento ascendente en el Torneo (léase Gonza) ingresó para dar una mano a Rober en la recuperación y distribución, Juan Mateo se soltó aún más, propiciando el adelantamiento de uno de los 2 volantes centrales, y quedando casi como un punta en ciertos pasajes. En la derecha Gus, le dio una opción de pelota al piso, pared y juego asociado, y en la izquierda Rome (sin rollers ya) le imprimió velocidad. Y si bien el funcionamiento no fue de maravillas, Plomer gaó precencia en la mitad, discutió la tenencia del balón y emparejó el trámite. Pudo ser con esa maniobra que terminó con el violento ful a Juan Mateo (no sé si fue dentro o afuera del área), pero el tiro libre de Rober no fue lo hiriente como para incomodar al 1, que contuvo sin problemas. Sin embargo sería una vez más el morocho volante central quien encabezara el festejo para los herenses. Pero para explicar la conquista el naranja será menester regresar a la nota del último encuentro, porque habíamos dicho en este medio que Arregui venía completando actuaciones importantes, pero que le faltaba muy poco para que su accionar tuviera influencia directa en el resultado, y así fue que promediando los 30 minutos del complemento y luego de una jugada bien elaborada por la derecha, Arregui aprovechó la vehemente imprudencia  del defensor en la marca, y fabricó el penal que le otorgaría a los “Amantes del despeje” la paridad.   Luego del empate parecía que Plomer lo podía ganar, pero contrariamente a eso, casi lo pierde, pero el egoísmo de los atacantes rivales, sumado a su impericia, y quizas la fortuna de los propios, impidieron que en las 3 oportunidades con las contaron sobre el cierre del partido se volviera a producir un quiebre en el marcador, el cual a esa altura ya sería definitivo.
Es mi deber no dejar de incluir en esta crónica la bochornosa actuación de la persona que intentó referear el encuentro (ese pibe no era árbitro): errores de concepto, desconocimiento del reglamento, y falta de personalidad para tomar decisiones ante situaciones más que elocuentes, completaron un repertorio para la vergüenza (amarilla para la organización) y que de casualidad no desembocaron en una hecatombe dentro del campo de juego, porque este hombre permitió pegar y no sancionó ni con amarilla infracciones que ameritaban la expulsión directa. Pasó una fecha más y los triunfos se hacen esperar, no será de ayuda perder la paciencia, concentración al máximo sumado al esfuerzo, para que lo que se encuentra a nuestro alcance no se nos escape caprichosamente. A seguir confiando en lo propio, que es bueno y mucho. .  


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