Viva Plomer 0 vs. "2 con 30" 2

Siempre te faltan 

5 pa'l mango


Que “si la lluvia no hubiese ocasionado la suspensión del partido para la fecha estipulada, nos podríamos haber armado mejor”, que “el árbitro no cobró el penal”, que “el delantero cometió foul en la jugada del gol”, que “si entraba esa el partido era otro”, que “nos llegan la primera y nos convierten” que “no ligamos”, y la lista de “no noticias” utilizadas como premisas para configurar presunciones (a esta altura incomprobables) se prolonga indefinidamente. Lo cierto es que por la sexta fecha del Torneo la derrota volvió a golpear duro en la cara de Plomer. El flamante puntero del certamen se le impuso por 2 a 0 en un partido equilibrado en los que los de blanco fueron contundentes a la hora de concretar y eficientes a la hora de defender el resultado. Sin embargo Viva Plomer no jugó mal, pero los errores cometidos en defensa y la falta de certeza en ataque le impidieron una vez más, vivir una tarde feliz en la ciudad de Ezeiza.
El marcador se abrió promediando la mitad del primer tiempo. Hasta ese momento el partido se había disputado desde ¾ a ¾ , y ninguno había puesto en peligro el arco rival. La ruptura del 0 estaría a cargo de quien de a poco se iría convirtiendo en la pesadilla de los propios. El robusto número 8 capturó una pelota que cruzó toda el área sin poder ser interceptado por la defensa, y sin mayores inconvenientes, controló simple y definió a un costado, suave. Durante los momentos posteriores Plomer ganó en la iniciativa, y se amagó con poner en tela de jucio la victoria . El grito de gol ahogado a “Mauri Olite” fue el más claro reflejo de dicha reacción. Luego de un pase quirúrgico de Salvucci, el petiso delantero, y ante la apresurada salida del 1, remató por sobre encima de éste, exitosamente, pero la redonda tardó una milésima de segundo más en bajar, y raspando el travesaño descendió por detrás del arco. Salvucci mordía en el medio, Mateo © se hacía cargo de la conducción. Pero ese predominio no fue jamás cristalizado, y cuando el líder pudo salir del asedio, y siempre mediante los embates del ya referido delantero, no fue en la primera, porque milagrosamente el “Tano” salvó sobre la línea, y Gera completó con mordido despeje. Pero en la segunda el 8 no titubeó y con una definición exquisita empaló la pelota por encima de Schaff, y decretó el 2 a 0. Largas caras se vieron en el entretiempo. No daba la sensación de que se hubieran hecho las cosas mal, pero el resultado era elocuente, e influía notablemente en el ánimo de los 13 plomerienses. Obligados por la desventaja Plomer salió a buscarlo en el complemento. Pero a pesar del adelantamiento en el campo, nunca pudo arrinconar a “2 con 30” le creo situaciones y hasta se podría decir que mereció el descuento, pero una vez más sufrió de la sequía que lo viene acechando en materia de conquista. Ni siquiera cuando se quedó con un hombre de más, logró inclinar definitivamente el terreno. Quizás porque dicha superioridad numérica no duró demasiado. Transcurridos los 10 minutos aquella incidencia, el carácter de Diego (demasiado temperamental como enérgico durante todo el encuentro) le volvió a jugar una mala pasada, y el insulto propiciado desde lejos al referí fue oído por el asistente (el mismo que había informado la infracción del rival y que provocara su expulsión minutos antes) y el de negro mandó al metalúrgico a las duchas. El desenlace es muy fácil de adivinar, VVPL desordenado buscando desesperadamente el descuento, y “2 con 30” esperando prolijo atrás, y contraatacando cada vez que podía.
Con el diario del lunes, el espectro de la especulaciones sobre ciertas decisiones respecto del planteo, amplía su margen considerablemente; ¿Habrá sido un acierto sacrificar al debutante Salvucci como volante central en lugar de que ocupara la ubicación en la zaga que tanto conoce, permitiendo de esta manera que el mayor de los Gáspari recorriera la banda derecha, aprovechando así su depliegue que tan bien lo caracteriza?
Muchas interrogantes y pocas certezas configuran este crítico presente de Plomer, entre éstas hay una que se erige como la principal: urgentemente y a partir de ahora no importa el rival, ni su ubicación en la tabla, ni sus resultados, ni sus palmares, tampoco importa el equipo que podamos formar, en los próximos partidos, CUESTE lo que CUESTE, TENEMOS QUE GANAR.