martes, 7 de diciembre de 2010

Viva Plomer 3 vs. Catania 1

La esperanza del humilde



Motivado por la noticia de la chance de disputar la promoción, Viva Plomer se sacó la mufa y retomó la senda de la victoria en un difícil 3 a 1 contra el débil conjunto de Catania. En la semana previa llegó la información proveniente de la organización del torneo la que desasnó a los herenses que de mantener el quinto puesto ganarían la posibilidad de enfrentar a quien finalice en el segundo puesto en este campeonato DI, para dilucidar quien asciende a la categoría C.  De esta manera y con tamaña incentivación los comandados por Pelo llegaron a la sede del Sindicato de Empleados Telefónicos, con una sola idea en la cabeza: obtener los 3 puntos y acrecentar las chances de jugar el partido por el ascenso. Decididamente dispuestos a vencer  todas las rachas adversas que se le presentaban, poco les importó vestir  la camiseta azul (0 puntos obtenidos luciendo esa indumentaria hasta el sábado) jugar en la cancha número 1 de FOETRA (todas derrotas en ese campo hasta el sábado) y alguna otra estadística desfavorable. Pero el camino hacia la fiesta plomeriense, no transitó siempre  por huellas tan cómodas como  indica el 3 a 1 final. Para ganar Plomer debió sufrir.  Así fue que arribados los 15 minutos iniciales, llegó la primera conquista que crearía una sensación de tranquilidad a los propios: luego de una magnífica asistencia de Pato Tardini, la revelación del equipo en lo que va del torneo , “Hety” Giavino, definió bárbaro por encima del portero, aventajando a los herenses en el marcador. Éstos parecían tener todo controlado, pero no obstante monopolizar la tenencia de la pelota no profundizaban sus avances y el apretado 1 a 0 causaba algo de inquietud. Sentimiento éste que se vio exacerbado cuando promediando los 30 minutos de la primera parte, el “Tano Pastilla” volvió a demostrar que los grandes también se equivocan y en una jugada que no presentaba grandes complicaciones Catania, para sorpresa incluso de ellos, encontró el empate. Entre la desazón,  la incertidumbre, la desesperación y la impotencia se encuentran los adjetivos que mejor ilustran la sensación reinante entre los pensamientos de los de Plomerienses en el tramo que fue desde ese momento hasta los 20 minutos del complemento, sin olvidar que “los amantes del despeje” podrían haberse quedado con las manos vacías cuando después de otra muestra de humanidad del mariscal de los plomerienses, el 2 pifió el remate, y permitió el mano a mano del nº 7 rival, quien no pudo vencer la inmensidad del enorme Pato Castelli que le ahogó el grito de gol. Y a partir de ahí “Pastilla” herido en su orgullo, decidió  tomar el asunto por sus manos, con esa capacidad de sobreponerse a la adversidad que caracteriza el temple de los grandes de verdad, luciendo la cinta de capitán en su brazo izquierdo (Paez había salido por cansancio) tomó la lanza y se fue a cambiar la historia. Empujó a Plomer bien cerca del rectángulo de Catania. Pero la angustia no vio el final hasta que el talentoso Del Valle lo decidió. A través de un tiro libre generado por su amigo Gonzalo, quien posee esa particular habilidad de aguantar la pelota hasta el punto que en el 90% de las veces le cometen infracción. Y esta no fue la excepción, el “Gonza” provocó la falta bien cerca del cuadrilátero de Catania. Y esta vez nadie le pudo  robar la posibilidad del disparo a Juan. Tranquilo la acomodó y suave le dio por encima de la barrera, con la precisión exacta para que la redonda suba lo suficiente para superar a los 4 de blanco, y descienda lo necesariamente rápido para colarse en el ángulo del 1 de Catania (la foto habla por sí sola). Sereno festejo levantando el índice hacia el firmamento, quizás buscando la dedicatoria a ese de quien tanto aprendió, y que cualquiera que se haya sentado en un bar herense a charlar de pelota y redes, habrá oído de aquellos que parecen haberlo visto todo,  maravillas de él, o tal vez sólo fue una manera tibia de celebrar, reflejando  lo humilde de su personalidad.   Sea como fuere el gol de Juan Mateo inexorablemente destrabó el partido. A partir de ese momento Plomer se soltó, y con la tranquilidad que le otorgó la ventaja comenzó a justificar el triunfo. Tocó la pelota y no se descuidó, y hasta se animó a presionar, y cuando Eugenio fue a luchar una pelota en campo rival, a nadie la sorprendió que le tapara el despeje al delantero, y no por casualidad cayera en los pies de Tardini, quien, sin que le temblaran las piernas trasladó hasta cerca del arco rival, y con suave remate al primer palo, decretó el 3-1 final.  El árbitro pitó el final y los de Plomer no podían disimular su sonrisa, y aunque no se deba decir por cautela, a ellos, los gobierna un solo pensamiento, y, aunque todavía falte resulta casi imposible ocupar la mente con otra idea. . Pero para que Plomer llegue a esa instancia, es menester que obtenga los 3 puntos el miércoles. A no desconcentrarse y a dejar todo por el compañero de al lado, que está haciendo idéntico esfuerzo por uno. El camino es largo aún, pero la esperanza del humilde no termina nunca.     





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