viernes, 24 de diciembre de 2010

Analisis



La "Odisea" plomeriense
Buchi Neyssen


La Odisea es un poema épico griego, donde se narra el viaje de Odiseo. Terminada la guerra de Troya debe regresar con su tripulación a la isla de Itaca donde es rey y donde lo esperan su mujer y su hijo. El viaje dura 10 años y lo emprende por los mitológicos y peligrosos mares de la antigüedad.
Este viaje es sin duda una odisea. Las desventuras y los peligros que debieron padecer Odiseo y su tripulación son inimaginables. Pero con ingenio y valentía Odiseo logra llegar a destino. Durante este viaje debieron enfrentar a ciclopes, sirenas cantantes, gigantes, entre otros seres mitológicos. Y debieron tratar de sortear la saña con que trataban a los mortales los dioses del Olimpo.
Este poema escrito por Homero en el siglo VIII A.C, cuenta la historia de un Héroe Griego y su tripulación, pero tranquilamente, también podría contar la historia de un abogado y un contador y su equipo de futbol. Un equipo de amigos, ahora ex adolecentes que algo saben de odiseas y desventuras, pero mucho más saben de valentía y amor propio.
Esta tripulación de héroes tuvo muchas batallas antes de subir un escalón que lo va acercando al cielo de los dioses. Tuvo que luchar contra monstruos de “mil cabezas”, “viejos fantasmas”, “hombres de negro malignos” y sobre todo contra sus propias limitaciones, que aparecieron en forma de “gacelas ganadoras de espaldas”, “esferas mágicas difíciles de controlar”. Pero este equipo de gran valentía y amor propio, de guerreros de mil batallas y semidioses de poderes sobrenaturales debía hacer su última parada antes de llegar a destino. Debía, ni más ni menos, que invadir Athenas, la capital del imperio. La temerosa polis custodiada por el temible ejército griego y vigilada por los temibles dioses del Olimpo.
Pero estos hombres sabían que su amor propio podía vencer todas las desventajas.
La tripulación del Viva Plomer, un pequeño barco a vela, estaba confiada y sabia que si ponía todo de si podía doblegar al temido rival. Y fue por el arrojo de sus guerreros y por la magia de sus semidioses que hizo que la Athenas sucumbiera ante la osadía de estos héroes. La desazón de los poderosos ante semejante muestra de amor propio se noto desde el inicio de la contienda y esta humilde tripulación y su grandeza fueron más que el rival.
El morocho mágico, semidiós de poder incalculable, desparramo magia pero también se puso la armadura como el resto de los guerreros y se convirtió en el gran héroe de la contienda. Para los vencedores luego fue todo fiesta. Sabían que en el 2010 habían vuelto a escribir un poema épico. Los derrotados solo pudieron escribir una simple tragedia griega.

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