Viva Plomer 2 vs. La Chopera 1

Un sueño en el horizonte
y un asado al costado de la cancha
* por "Buchi" Neyssen

El sábado soleado pedía ser inmortal. Y los 15 hombres de Viva Plomer, que arribaron al predio del Sindicato de Comercio, sabían que debían estar a la altura de la historia que se estaba por escribir.

Una historia de fútbol, amigos y una bondiola en  la parrilla, que ya esta grabada a fuego en la retina de los hinchas del  “amante de los despejes”.

Viva Plomer sabia que este no era un partido más, era el partido para seguir afianzando su racha ganadora.

Sabia que el rival era  La Chopera, un viejo conocido. Que paso a tener la exclusividad de haber jugado 3 veces contra Viva Plomer y  nunca haberle podido ganar.

Sabia que la convocatoria  numerosa otra vez ratificaba el compromiso de este grupo y que entre sus huestes estaba de vuelta el mas grande futbolista que haya vestido esta noble camiseta: Pablo Roberto Segovia.

Y también sabia que si ganaba podía seguir alimentando un sueño.

Pero lo que mas lo motivaba era ganar para coronar un mediodía feliz con  un asado al costado de la cancha, un asado que tenia de asador al Gran Capitán. Que por una suspensión no podía mostrar su magia dentro de la cancha pero nada iba impedir que lo haga en la parrilla.

Viva Plomer formó: Arquero: Castelli. Defensores: G. Neyssen, R. Di Fazio, I. Neyssen Volantes: Recaite, D. Gaspari, Segovia, G. Gaspari. Delanteros: Del Valle, Tardini.

El arbitro dio el pitazo inicial y los de Las Heras tomaron la iniciativa, pero se encontraron con que la primera chance clara fue para La Chopera. Un bochazo largo que cayó a las espaldas de los defensores, un delantero que cambió el recorrido de la caprichosa dejando sin chances al  goalkeaper  y el travesaño salvandole las papas al Equipo herense por primera vez en el mediodía.

El partido era trabado en el medio, con el equipo rival tratando de cortar el circuito futbolístico que se armaba entre Rober y Juan Mateo (el rubio habilidoso esta vez haciendo dupla en la delantera con Tardini, pero bajando para generar juego), muchas veces con faltas.

La primera llegada clara de Viva Plomer, no fue clara, sino clarisima: la pelota quedo picando en el área chica, el arquero quedo jugado dejando todo el arco libre, y el crack con la 5 en la espalda ubicado en una inmejorable posición. Todas las condiciones estaban dadas para que se abra el marcador. Pero la pelota se levantó demasiado y el fotógrafo la colgó por arriba del travesaño. La Chopera respiro, Rober mufó y Rome pensó. “Los habilidosos también podemos errar goles increíbles”

Viva Plomer Buscaba, a veces con pelotazos, aprovechando la velocidad de los de arriba, Juan Mateo y Pato, que  ganaron en más de una jugada, que no prosperaron por las reiteradas faltas de los duros defensores. Y es desde un tiro libre del lado derecho ejecutado por Juan Mateo por donde llega el primero de la jornada: Roberto demostrando su oficio de gran jugador, se eleva entre los defensores y con un soberbio cabezazo la clava en un angulo.

Hasta ese momento era meritorio la victoria. Aunque la diferencia entre los dos equipos no era abismal. Es para resaltar el trabajo del mayor de los Gaspari que quitando en el medio y con algún pase en cortada genero peligro. Como también el trabajo de Juampi que con algunas pisadas interesantes intento integrarse al circuito futbolístico, luego seria fundamental en la construcción de la victoria. Pero el “Amante del despeje” no podía imponer su fútbol y La Chopera  arrimaba algo de peligro. Peligro que se manifestó en su máxima expresión cuando un tiro libre directo al arco hizo que el travesaño salvara las papas de nuevo.

Hasta que unos minutos antes del cierre de la primera etapa, un fallo errático del juez: Decía que el joven Giavinno (Aportando al equipo, en el puesto que le toque ocupar siempre responde con garra y gran despliegue físico) la tocaba con la mano en el área y que esa falta debía sancionarse con la pena máxima. El Colo, el creativo, de la Chopera, cambiaba penal por gol y ponía las cosas empatadas.

Luego de algunos reproches al arbitro, y al linea que no había evidenciado mano. Pero tuvo que supeditarse a la decisión del magistrado. El joven Giavino remitió pruebas a la polémica y mostró su torso marcado por la redonda, demostrando que el fallo era sin duda errático.

El segundo tiempo arranco con Viva Plomer otra vez como protagonista. Sabiendo que tenia en cancha un equipo capaz para sacar el partido adelante. Gaspari Jr. Ya tirado al centro para arrimarse al circuito que manejaba Segovia, con el aporte de Rome para darle velocidad por la izquierda y el olfato de Chiappa que estuvo en duda durante la semana y la marca del mas chico de los Di fazio. El técnico movió el banco para darle mas verticalidad al equipo. Pero el partido seguía trabado, muy trabajado en el medio y ambos equipos usando como arma el pelotazo y  las pelotas paradas que eran consecuencia del juego cortado. Y fue por este medio que el “Amante del despeje” encontró la diferencia. Un tiro libre en ¾ de cancha de frente al arco, deposito una bocha venenosa que hizo dudar al portero rival, haciéndolo salir a destiempo y dándole a Recaite el tiempo justo para peinarle la pelota  a Chiappa que con el arco vacío sumo para la alegría del grupo, como también para agrandar su ego de goleador.

Las cosas estaban desniveladas y Viva Plomer tal vez no merecía tener ese gol de  ventaja. Pero como dice el viejo refrán futbolero: “En el fútbol los goles no se merecen, se hacen”.

En el resto del partido, Viva Plomer aguantó, tratando de jugar lo mas lejos posible del área de Castelli, pero su ADN lo hizo recular y sobre el final, el gran Roberto, se paro al lado del Tano como otro N° 2 y empezó a sacar todo lo que le caía, haciendo que esos despejes que tanto se aman, sean todavía mas hermosos.

Viva Plomer estaba por ganar su tercer partido, y lo estaba haciendo con garra, juego y el humo del asado que invadía la cancha, dándole marco a otra hazaña plomeriense.

Cuando el magistrado dio el pitazo final, estos héroes sabían que los espera un sueño en el horizonte, un sueño de amigos jugando al fútbol, que cada sábado se va cumpliendo. Y un asado al costado de la cancha listo para disfrutar.