La novena fecha del Torneo le devolvió la sonrisa a Viva Plomer, y luego de 10 partidos sin sumar de a tres, los “Amantes del Despeje” volvieron a la victoria derrotando a Real Bañil por 3 a 1. El partido era parejo durante el primer tiempo hasta que “el barba” metió la mano. Claro que el referí creyó ver la del defensor y pitó la pena máxima. Juan Mateo la cambió por gol y los herenses se pusieron en ventaja. En el complemento los de Plomer no durmieron, y par de expulsiones le allanaron el camino hacia la victoria.
A lo frío y lluvioso de la mañana del sábado, se le sumó la noticia de la baja de su máximo artífice. Rober no sería de la partida, y el cambio en el planteo, que se venía conversando en la semana, cobró más fuerza debido a esa circunstancia. Entonces, Ahamendaburu al lado de Liforena compartieron la función de volante central. “Trapito” Del Valle, dejaría su puesto natural para convertirse en media punta.
En la banda izquierda Accotardo reemplazaba al suspendido “Buchi” Neyssen y Diego volvía a la zaga central para ocupar el lugar que dejaba Ahamendaburu.
A medida que los conjuntos se acomodan en el campo, Plomer parece mejor parado. Juntando más gente en la mitad de la cancha, los naranjas- hoy vestidos de azul- ocupan mejor el espacio y recuperan más rápido el balón, Ahamendaburu se junta con Liforena y Gáspari, Del Valle baja para asociar, Paez se queda y Accotardo las pide todas, desde que la tiene Castelli para salir, hasta cuando se cruza mitad del campo.
En la primera de riesgo, Tardini captura un despeje fallido de un defensa –su remate impactó en un compañero y quedó boyando en el área- y luego de controlar, con poco ángulo buscó el primer palo, alto, el portero sacó al tiro de esquina. Más tarde es el n° 14 –capitán hoy- el que tiene en sus pies la oportunidad de abrir el marcador. Luego de un corner, la pelota pica, se eleva y le queda al padre de Blas en la zona del punto de penal. Pelo controla con el pecho y remata de zurda con el empeine. Arriba del travesaño. Una corrida de Tardini- que cada vez molesta mejor en la salida de los rivales- termina con un incómodo remate cruzado. Ancho.
Plomer hace negocio por la derecha, y por la izquierda también. Real Bañil mete miedo con un cabezazo – desde una pelota parada- que besa el travesaño.
Promediando la mitad de este período llegó la jugada que comenzaría a inclinar la balanza en favor de los herenses. En ataque Plomer ganó un saque de manos sobre la banda izquierda. Liforena lo sacó largo buscando a Paez que se encontraba dentro del área casi sobre la línea de fondo. Pero la pelota jamás llegó a posición de Germán, pues el defensor en su arrojo ganó en el anticipo. Éste que el arbitro juzgo había sido con la mano. Penal!!??. Nadie entendió demasiado nada, pero Juan Mateo se hizo cargo y con cara interna la acomodó centímetros abajo del ángulo izquierdo del portero cuya estirada en vano no logró evitar la conquista del n° 6. Apenas 5 minutos más tarde sería nuevamente este habilidoso volante el que ampliaría la ventaja para los plomerienses. Un centro al área a través de una pelota parada que parecía no llevarle grandes complicaciones al custodio del arco rival, no logró ser retenida por éste. La pelota se le escapó de las manos y llegó a posición del enganche que se elevó y de cabeza conectó hacia un arco vacío. Aunque el 2 a 0 sonaba un tanto exagerado, el “Amante” ganaba bien. Claro que nunca esa comodidad podría ser plena, porque a 5 del cierre de la primera parte, una pelota llovida a través de un tiro libre encontraba una insólita reacción en “Patito”, que inexplicablemente, cuando parecía tener controlado el centro (no fue remate) dudó, la pelota se le escabulló entre las manos y terminó en el fondo de la red.
En el entretiempo la sensación de un clima distendido se entremezclaba con el nerviosismo por las situaciones vividas en la mayor parte de los partidos del semestre.
Al comienzo del complemento Plomer no se refugió en su campo ni le cedió la pelota a su rival, sino que salió predispuesto a mantener su predominio en el juego. De esta manera y mediante la tenencia del balón, los “Amantes del despeje” jugaron con el apuro de su rival, provocando que ante tal nerviosismo, a pocos minutos del comienzo, Real Bañil quedara con uno menos. Pero no todo era color de rosa para Plomer. Lo caliente del partido provocó que una patada totalmente a destiempo despertara la reacción del goleador de la tarde, y un árbitro no comprometido con el partido, optó por la más fácil y por segunda amarilla mando a Juan a las duchas. Pero la fricción que proponía el equipo de la banda le volvería a jugar en contra. Porque a los 15, la escalada de Mati-una constante en el mediodia- rendiría sus frutos. Y luego de entrar al área con pelota dominada, el zurdo la adelantó para acomodar el remate, pero una pierna rival le entorpeció la carrera, e indiscutiblemente el árbitro no hizo la vista gorda y sancionó la pena máxima. Penal y expulsión. Dicho fallo pareció poner en peligro la vida del alto referí cuando el “robusto” número 8 se acercó para efectuarle ciertas consideraciones acerca de sus decisiones a lo largo del juego, (ja!). No estando en cancha Del Valle, el ejecutor fue Tardini – de gran semestre y con 100% de efectividad en la especialidad- . El joven de Mataderos remató bajo y cruzado y la bocha se metió esquinada “donde duermen las arañas”. Cuarto gol de Tardini en el torneo, que lo mantiene como el máximo artillero de Plomer en el certamen. Con el 3 a 1 Plomer relajado se dedicó a mover la pelota, lejos del arco de Castelli. Pudo ampliar la ventaja con un centro de Accotardo que bajó casi sobre la línea, y Tardini, prácticamente metido en el arco, se pasó de largo y demasiado incómodo no logró introducir la pelota dentro de los 3 palos. Lo que quedó del partido se puede decir que estuvo un poco de más. Para destacar la vuelta de un histórico; el “Narigón mas rebelde” volvió de su viaje loco por la Patagonia y entró -deseperado!!!- para aportar lo suyo por la banda izquierda, buscando incisamente quedar en posición de gol. Cosa que no logró por poco. Por lo demás es digna de mención el instante posterior a la expulsión del ya mencionado n° 8 rival. Luego de que el referi le mostrara la roja, éste debió alejarse del jugador- como boxeador que escapa a su contrincante- porque dio la sensación que el golpe del expulsado llegaría en ese mismo instante. Por suerte –para el árbitro sobre todo- no ocurrió.
Párrafo aparte merece la actuación de Diego, que en su renegada posición de marcador central jugó un partido bárbaro. Con el timing justo, acertó en casi todos los cruces, y no se comlicó en la salida, cuando pudo salió con toque, y cuando no, no se puso colorado para el despeje. La pregunta del millón ganó el vestuario: “¿Jugando así, como podes preferir ser suplente en el medio que titular en la zaga central? . .
El triunfo significó muchísimo para los herenses que salieron del fondo de la tabla de ubicaciones y buscaran escapar al descenso. Enfrente tienen a un duro rival que no se encuentra en su mejor momento, pero que querrá sumar para tener un final de campeonato tranquilo. Habiendo roto la racha de sequía de triunfos, Plomer deberá ser intentar volver a sumar de a 3, pero sin descuidar el arco propio. Una victoria lo podría alejar de la zona de descenso directo, pero un empate –presumiendo una derrota de “dos con 30” en manos de defensores, también. No digo esto para especular, si no sólo para ser tenido en cuenta. Hay que ganar. Pero si no se puede ganar, un empate también puede dejarnos con vida. Lo cierto es que la suerte parece haber cambiado, y si seguimos haciendo lo que hicimos durante la mayor parte del Torneo, -léase “jugar a la pelota”-, con un poco de viento a favor, estando concentrados y siendo inteligentes en los momentos oportunos, estoy convencido de que nos vamos a salvar.
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